Aurelio aceptó verbalmente, aunque él no había ayudado a Marisela por una cena o por gratitud, sino por pura compasión.
Cuando la llamada estaba por terminar, volvió a decir:
—En cuanto a lo de la segunda audiencia, aunque el abogado se está preparando, el señor Cárdenas no me ha dado detalles, aún no sé exactamente cuál es la situación.
—Cuando salga el señor Cárdenas, probablemente ya habrá pasado el plazo para apelar.
—Especialmente después de que se entere de la verdad sobre la fuga de gas, probablemente ya no apelará.
Si aun así el señor Cárdenas no estaba satisfecho con el fallo de primera instancia, entonces realmente sería...
No sabía cómo describirlo.
—Por mi lado también me estoy preparando, por si acaso. Es muy posible que haga que un abogado representante asista —dijo Marisela tranquilamente.
Aurelio se bajó del auto, pagó la tarifa, y la llamada terminó.
Empresa Tec Prosperidad, pasillo exterior.
Marisela bajó el teléfono, miró el paisaje exterior a través de la ventana co