¿Sería tan hábil preparando café porque se lo hacía a Lorenzo?
¿Y sus habilidades culinarias también serían tan buenas porque cocinaba para Lorenzo?
Las respuestas a estas dos preguntas eran obvias.
Ulises dejó la taza y de la nada le vino a la mente: Lorenzo realmente no sabe lo que tenía.
En ese momento, en la oficina individual de abajo.
Celeste le contó a Marisela sobre cómo Ulises había ayudado a encontrar las grabaciones de seguridad, pero no esperaba que su amiga ya lo supiera.
—El abogado Germán me lo dijo, justo cuando me llamó por segunda vez al mediodía —dijo Marisela.
—¿Eh? ¿Entonces ninguno de los dos se puso de acuerdo en la versión? Ulises hasta me pidió específicamente que te lo dijera —dijo Celeste por teléfono.
Del otro lado.
Al escuchar esto, Marisela se detuvo un momento, pensando en esa palabra "específicamente".
¿Quería que le agradeciera por todo lo alto?
Era cierto que debía agradecerle, y ya tenía un plan.
Además de invitarlo a cenar y regalarle esos gemelos, q