—¿Lorenzo? ¿Te refieres a Lorenzo Cárdenas?
—Pues claro, ¿acaso no iban a unir sus familias en matrimonio? Es tu futuro esposo, el cuñado de Ulises —respondió Germán.
—¡Aunque todos los hombres del mundo desaparecieran, jamás me casaría con ese imbécil! —exclamó Celeste, furiosa.
—Ya basta, Germán, deja de bromear con este asunto. Los Bustamante y los Cárdenas ya cancelaron la alianza matrimonial —intervino Ulises.
Al otro lado del teléfono, Germán se sorprendió. Celeste también miró a su hermano, preguntando:
—La última vez solo dijiste que no me obligarías, ¿ahora está directamente cancelado?
—Después de que anoche tú y Lorenzo se enfrentaran públicamente, dejando a ambas familias en ridículo, ¿cómo podríamos seguir con esa alianza? —replicó Ulises.
Celeste sonrió al instante. Si hubiera sabido que era tan fácil romper el compromiso, habría confrontado a Lorenzo públicamente mucho antes.
—Huelo a chisme jugoso. ¿Qué pasó anoche? Celeste, ¿qué hiciste con Lorenzo? —preguntó Germán con