Celeste comenzó a preocuparse, preocuparse de que Marisela realmente volviera a ser atacada, ¿por qué su vida era tan amarga?
Yendo a la raíz del problema...
Todo esto era culpa de Lorenzo.
Si no hubiera sido por el matrimonio de Marisela con Lorenzo hace dos años, no habría provocado a esa loca psicópata.
El cuarto del hospital estaba muy silencioso, Matías miró a la chica perdida en sus pensamientos, con los ojos desenfocados, como si también hubiera perdido la esperanza de vivir, la consoló:
—Marisela, no te adelantes a los problemas, esto es en el país, no se atreverán a ser demasiado descarados.
—Estaré siempre a tu lado, te ayudaré si hay peligro.
Marisela levantó la vista, luego negó con la cabeza.
—No Matías, no quiero que te veas involucrado, así está bien, en el futuro iremos paso a paso —dijo Marisela.
No quería deber a nadie, porque ya debía demasiado.
La empresa de Matías casi quiebra antes, Celeste pidió a Ulises que la ayudara a encontrar evidencia para el juicio, etc.
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