¿Resignación? ¿Mucho odio? ¿Quejarse de la injusticia del destino?
...Ya era una adulta, su mente había madurado hace tiempo, todo era destino, no había nada que hacer, no podía cambiar ningún resultado.
Si quería seguir viviendo, solo podía cambiar su corazón para adaptarse.
Viendo a la chica perdida en sus pensamientos, Celeste sabía que aunque Marisela dijera que lo aceptaba, era imposible que no le doliera.
Isabella había sido demasiado abusiva, una y otra vez tratando de quitarle la vida a Marisela, pero podía escapar del castigo legal y además vivir alegremente.
Cualquiera se tragaría esta amargura con dificultad.
Ella podía enfrentar a Lorenzo, pelear con él, hacer lo que fuera, pero cuando se trataba de meter a Isabella en la cárcel, realmente no podía hacerlo.
Si no fueran los Acosta, aunque fuera una pequeña empresa familiar, también podría ayudar.
Pero precisamente, era Daniel, era el grupo Vortex International.
—Estoy pensando, los padres de Isabella, ¿continuarán consintié