En el salón, Aileen se sentó en su lugar sin dirigirle una sola palabra a Leo, él intentó un par de veces llamar su atención, pero ella se limitó a mirarlo de reojo y luego volver la vista al frente, no era enojo abierto, sino una frialdad calculada, como si quisiera que él sintiera la distancia.

Cuando sonó el timbre del almuerzo, Aileen recogió sus cosas y salió sin decir a dónde iba, Leo la buscó por los pasillos, incluso revisó la cafetería, pero ella se había desvanecido como si el instituto se la hubiera tragado. En realidad, Aileen estaba en otro edificio, frente a una hoja pegada en la pared con letras grandes: "Audiciones para equipo de béisbol femenino". Sintió un cosquilleo en el estómago mientras escribía su nombre en la lista, no planeab