Marina

Estos días junto a Paul estaban siendo de lo más intensos y emocionantes. En los pocos momentos en los que no estábamos acaramelados todo el tiempo, salíamos a hacer turismo un poco por la ciudad.

Me había llevado a ver la Torre de Londres, el Big Ben, el Museo británico. Dios, aluciné con todo lo que ofrecen de atractivo turístico en ese museo. Me quedé absorta sobre todo en la zona de Egipto, es todo impresionante. Algún día viajaré de verdad a Egipto y podré ver las pirámides en vivo y en directo.

El día de hoy estábamos agotados, habíamos visitado el famoso barrio de Nothing Hill de arriba a abajo. No sé si fue casualidad o es que lo ponen todos los días pero había un mercadillo callejero que me pareció tan distinto a los que he visto en España, que me quedé asombrada. Sobre todo eran cosas de artesanía, de segunda mano, libros en distintos idiomas y un sin fin de cosas que me tenían distraída totalmente de todo.

—No me haces nada de caso—. Paul me hacía pucheros mientras