Abigail
Ese pedazo de estúpido se atrevió a humillarme de aquella manera, presentándose pocos minutos antes de la ceremonia y obligarme, sí, prácticamente me vi obligada a firmar aquel dichoso contrato prematrimonial.
Sino hubiera firmado aquellos papeles, estoy segura de que Carlos habría pospuesto la boda. Y a estas alturas creo que no hice mal, que al revés, hice bien en firmar.
Aún no me repongo del shock que sufrí cuando vi el resultado de aquella prueba de embarazo. Para nada esperaba estar embarazada, yo solté aquella bomba intentando parar los planes de Carlos de cancelar la boda, pero ni en mis sueños más locos imaginé que daría positivo. Yo no tenía ni síntomas ni nada. Decidí hacerme otra prueba por la mañana temprano y sí, efectivamente se pusieron rojas las dos líneas. Embarazadísima estaba.
En ese momento quería rebatirle lo del contrato y le dije que no aceptaría eso de la separación de bienes, que mi amor era real y no por dinero, que no quería ni uno, ni dos, ni tres