—Yo te amé —expulso al fin con cierta debilidad en la palabra, estoy muy herido—. Sentí que eras el amor de mi vida —cierro mis ojos con fuerza y ruego para no llorar de nuevo— hasta que tú me engañaste —concluyo llenándome de valor en la oración, era primera vez que lograba decirlo y aceptarlo.
—Perdón... —camina hasta una banca y se sienta en ella a sollozar, yo cede un poco y la sigo— Es que Esteban me lavo el cerebro y me dijo que tú me engañabas... Por favor perdóname —le sobo su hombro.
—Ya te perdone —me siento a su lado.
—¿Podemos ser amigos? —me mira, ladea su cabeza y da media sonrisa.
No puedo ser amigo de mi ex porque donde ganas hubo ganas quedan, aún la quiero o eso siento al verla, pero el dolor que siento es más grande y no puedo, sé que no debo quererla.
—Por favor... —insiste y me abraza, yo suspiro y le recibo el abrazo.
—Esta bien.
Que débil de mi parte al no lograr decirle que no. ¿Qué significa? ¿Qué aún siento cosas por ella? ¿No estoy listo para superar