Ella se dirige al baño y apoya sus manos sobre el lavamanos, Alessandro la persigue otra vez, pero solo se apoya en el marco de la entrada.

—No hemos terminado de hablar. —Se cruza de brazos y se ve bastante serio.

—Pues yo si terminé de hablar, además, es mejor que vayamos empacando, nos iremos mañana.

Ella lo mira y Ale la analiza, trata de descifrar algo como si fuese una computadora de escaneo.

—Primero que nada, no nos iremos mañana, déjame descansar, estuve atado a una cama por varios días, no quiero atarme a un trabajo y sin verte nuevamente, no importa mucho mi sueño, me importas tú, tengo el dinero suficiente para vivir el resto de nuestra vida, así que el trabajo no importa mucho.

Suspira.

—Segundo, quisiera saber… ¿Por qué no me lo puedes decir?

Ella tiene ganas de decírselo, pero tiene miedo a que él no esté de acuerdo y genere un gran problema.

—Cuando pueda contarlo, serás el primero en saberlo. —Sale del baño dejando a Alessandro demasiado intrigado.

Decidió no insistir