••Narra Charlotte••
No tenía tiempo para varias semanas de reposo, ni siquiera dos semanas. Necesitaba actuar rápido, ya que no soportaba seguir viviendo con la incertidumbre. Quería confiar en Frederick, pero no podía volver a creer en él ciegamente. Por más que mi corazón quisiera abrirse, sabía que siempre tendría aquella duda sobre mi diagnóstico alojada como una espina.La puerta de la habitación se abrió y me sobresalté, como si me hubieran descubierto cometiendo un crimen, cuando lo único que estaba haciendo era pensar en descubrir la verdad.Frederick entró con un gesto distante. El cuello de su camisa estaba arrugado y unas ojeras adornaban su rostro. Se veía demacrado y cansado.Al verlo, no podía evitar pensar en lo ocurrido en el callejón, la forma en la que él me encontró, como me rescató y como me vio en un momento vulnerable. No recordaba muy bien lo que ocurrió después de que le dispararon a Travis, pero tenía pequeños fragmentos