Capítulo 164: Entre flores y espinas.
Ya habían pasado varios días desde aquella noticia, varios días desde que Miranda desapareció de la faz de la tierra, prácticamente. Frederick la había buscado, tratando de localizarla, pero parecía como si se la hubiera llevado la marea. Según Frederick, su padre no sabía nada y me aseguró que después del interrogatorio, no le había mentido.
No lo había golpeado, pero algo me decía que las amenazas de quiebra eran suficientes para desarmar a aquel hombre pretencioso. Su empresa significaba más que su hija, siempre fue así.
Y aunque la noticia de nuestro matrimonio fue la gran bomba, mi esposo amortiguó los daños, exponiendo secretos de otras figuras públicas. Era su forma de desviar la atención y también de decir: si yo caigo, los arrastro conmigo.
David, de un modo que yo no comprendía, fue encontrando en las calles, vestido como indigente y con un muy mal aspecto. Al final, se reveló que en realidad estuvo drogándose todo este tiempo… Y yo, yo sabía parte de la verdad, lo que en