Capítulo 104: Aferrarse a las mentiras.
••Narra Frederick••
Ya había pasado un día desde nuestra discusión. Un día en el qué nos hemos dedicamos miradas mordaces y silencios incómodos.
El sol de la mañana bañaba el jardín donde Charlotte trabajaba con furia sorda, arrancando maleza como si cada raíz fuera uno de mis huesos.
Anoche fue tan difícil dormir a su lado, sabiendo que ella no quiere estar conmigo, que está buscando maneras de huir. Pero… ¿Adonde iría? ¿Con quién se quedaría? ¿Cómo se haría cargo de todos los gastos médicos? Acaso… ¿Ya tenía a alguien?
El pensamiento entró a mi cuerpo como si fuera veneno, infectando mi sangre al punto de amargarla.
«No podía haber nadie más, ella solo me tiene a mí»
Pero la duda ya se había implantado en mi cabeza.
¿Qué otra opción había? Ella no tenía ni un centavo, la única manera es que haya conseguido a alguien que se haga cargo de ella, a alguien que haga el mismo trabajo que estaba haciendo yo al cuidarla.
Con solo pensar en Charlotte en las manos de otro hombre,