Capítulo 102: Dime la verdad, princesa.
Frederick no soltaba mi muñeca por nada del mundo, como si temiera que saliera corriendo en dirección contraria a la más mínima oportunidad. Y la verdad, estaba tentada a hacerlo.
Íbamos por la calle con pasos largos y furiosos. Yo trotaba detrás de él, tratando de mantener el ritmo. Un paso largo de él, eran dos míos.
Ya había corrido mucho en lo que iba del día. Tenía muy mala condición física, porque sentía que me faltaba el aire por todo y por nada.
—¡Frederick, no puedo ir tan rápido! —protesté, inhalando y exhalando con fuerza.
No hubo respuesta solo un tirón más fuerte que casi me hizo perder el equilibrio.
—¡Me vas a dislocar el hombro! —gruñí, clavando los talones en el pavimento como podía.
De pronto, todo dio vueltas. Frederick se agachó ligeramente y, con un movimiento fluido, me lanzó sobre su hombro como si fuera un saco de papas.
—¿Qué carajos haces? ¡P-Ponme abajo! —balbuceé, golpeando su espalda con los puños.
Su mano impactó contra una de mis nalgas, agarrán