Mis músculos me gritaban que me detuviera, que tomará un descanso, pero lo último que tenía era tiempo para eso. Tenía un maldito GPS en la muñeca y ya Frederick debe estar enterado de mi escape. Mi única opción, era correr lo más rápido posible y llegar al parque, el cual debería estar a reventar ya que era hora pico. Necesitaba mezclarme con la gente lo más rápido posible.
Sostuve la correa del bolso con ambas manos para que no se moviera a lo desquiciado, ya que Cenizas estaba ahí adentro y no quería que se volviera puré.
Llegué a la entrada principal del parque, donde el chico ya estaba esperándome. Lo primero que vi fueron sus lentes de armazón antes que su rostro.
—Por fin llegas —dijo al verme correr en su dirección, estirando sus brazos como si estuviera harto de esperar.
Frunció el ceño al ver que no me detenía. Tomé su muñeca y tiré de él, logrando que corriera a mi lado.
—¡Apúrate! —chillé con una voz que no reconocí como mía.
El cansancio se estaba apoderando de mí y m