Capítulo XI

—Sabes que desde que te vi, aquella tarde, el cual yo sí recuerdo, me quedé impresionado de tu belleza, es por eso que no pude sacarte de mi mente y enseguida que te vi, lo recordé, pero nunca pensé, que estarías hoy en mis brazos.

—La verdad no recuerdo mucho tu cara, me imagino estás hablando de hace mucho tiempo, pues de ser así, este fue el mejor, el preciso, quizás no presté atención, pero es muy extraño, un hombre tan guapo no pasa desapercibido, tal vez fue de noche y estaba un poco alegre ¿sabes no? —sonrió.

—Tal vez fue así, pero dime Marina, ¿Qué haces? ¿Trabajas?

—Claro que sí, en una tienda por departamento, tengo mucho tiempo allí, mi cuñada es la dueña de una tienda de ropa sport y la ayudo en todo… a veces me doy unas escapadas como adolescente, pero es para fumar un cigarrillo y pensar, o verme con alguna de mis amigas, es todo y tu ¿Qué haces?

—Soy, Edward Long y soy socio mayoritario de una empresa, es una sociedad donde se embarca y desembarca mercancía, es por eso
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App