Capítulo XII

Transcurrido el tiempo de vuelo, llegaron al aeropuerto, retiraron las maletas y se dispusieron a salir, cuando de pronto el sr. Long, oyó una voz que lo llamó.

—¡Edward, Edward! —era Pamela esperándolo, para él fue una gran sorpresa, no se lo esperaba, pensó que se quedaría en casa, quizás fue mejor así, Caroline no tiene que desviarse por su culpa, saludó con cariño, un beso y abrazo a su esposo, demostrándole lo mucho que lo extrañaba. Él le pregunto por sus hijas, ella le contestó y siguieron hacia el estacionamiento, donde su esposa tenía parqueado el carro.

Caroline se despidió de la pareja y se alejó en busca de su vehículo. Se subió, lo encendió y luego arrancó, extendiendo el brazo en forma de despedida, igual hicieron ellos, alejándose del sitio a una velocidad bastante moderada, pues a Pam, no le gusta correr, por otro lado, para Ed es su pasión, le encanta la velocidad, se asegura del volante y se aferra a él con precisión, para que al manejar se mantenga perfecto y no per
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