Antes del rito de marca, el alfa, Anderson Muñoz, quien sería mi pareja, anunció en el antiguo altar a todos que su verdadero amor, Leah López, sería su Luna. Bajo la tenue luz de la luna, él le sonreía, abrazándola con ternura, mientras decía: —Según la tradición, solo la pareja reconocida por toda la manada será mi Luna. Aunque Irene será la marcada, es solo una amante. Con las mejores bendiciones de los mayores, llevaron a cabo el juramento y la coronación bajo la presencia de la Diosa Luna, se besaron y tuvieron relaciones con vívida pasión. Yo, que había presenciado todo el proceso, agendé muy decepcionada un aborto para acabar con aquella farsa. Yo había amado a Anderson fielmente durante doce largos años, desde que tenía solo dieciocho años. Pero, a mis treinta, él seguía amando a mi hermanastra, Leah. Por lo que había llegado el momento de abandonar aquella relación sin sentido. Habiendo cortado el vínculo entre nosotros, me fui de la ciudad hacia la Isla Nieve, un lugar lejano y secreto, dejándole a Anderson un acuerdo de ruptura de compromiso y un «regalo» de despedida. Sin embargo, cuando desaparecí de su vida, Anderson, que no me había prestado atención durante tantos años, perdió el control a razón de su gran tristeza…
Ler maisMientras charlábamos, un amigo me saludó y me trajo de vuelta a la realidad. Se sorprendió mucho por mi regreso, me preguntó adónde me había ido. Le conté sobre las historias ocurridas en la Isla Nieve, y al caballero le encantaron. Con sus miradas llenas de elogios y expectativas, eliminó el último rastro de sentimientos relacionados con Anderson que yacían en mi corazón. De aquí en adelante, podría seguir con mi vida a grandes pasos. Ese día hacía muy buen tiempo, así sería mi futuro.Tres años después, me convertí en una terapista muy famosa a la que todas las manadas cercanas siempre pedían ayuda. Curé a miles de hombres lobo, y todos estaban muy agradecidos por mi ayuda, prometiéndome protegerme para siempre.Había estado contribuyendo constantemente a la medicina de los hombres lobo: había recorrido las zonas prohibidas de la selva tropical, explorado las tierras en el Círculo Polar, e incluso había sido testigo de reuniones de hombres lobo en lo profundo del desierto durante la
Durante estos años, Rosa había llevado la vida como una mascota de Fabio. Aparte de disfrutar de su estatus y la vida lujosa, incluso había olvidado cómo ganarse la vida. Fabio la había abandonado, pero ella necesitaba una gran suma para los gastos médicos de Leah. Madre e hija se quedaron en profunda desesperación. Sin más remedio, ella intentó pedir ayuda a sus viejos amigos.Cuando era joven, ella les había seducido a muchos lobos casados con su belleza. Sin embargo, con el paso del tiempo, esos trucos ya no funcionaron, y lo que recibió fue solo humillación. Nadie quería prestarle dinero, pero los lobos pícaros la consideraron una nueva presa perfecta y casi logran secuestrarla.Desesperada, quería que Anderson le diera dinero, sin saber que este me había cedido todas sus propiedades a mí estableciendo una maldición el día en que descubrió la verdad. Cuando la policía lo encontró, ya se había convertido en un mendigo sin hogar.Sin más opciones, y como una loba egoísta, decidió cor
Rhys abrió levemente la boca, sin poder articular ni una sola palabra. Al final perdió toda su fuerza y se derrumbó en el suelo. La desesperación y el remordimiento lo inundaron, con lágrimas que caían constantemente de sus ojos. Se desgreñaba de manera frenética, incluso llegando a cubrirse de sangre, pero actuaba como si no sintiera dolor alguno…No tenía nada más que decirle. Cuando estaba a punto de irme, llegó su voz llena de terquedad desde detrás de mí:—Está bien si no quieres perdonarme, pero, Irene, serás mi familia para siempre. Pase lo que pase, estaré a tu lado para protegerte, incluso a costa de mi vida.Me lo dijo decidido, igual que cuando juró proteger a Leah. Sin embargo, eso ya no me importó porque iba a asistir al rito de marcaje de mi mejor amiga. Ella era la única que me había ayudado cuando todos los compañeros me acosaron junto con Leah.Estos días, después de regresé a la manada, me contaron las últimas noticias sobre Leah y sus padres.Desde el principio, el ú
Anderson tuvo que admitirlo a pesar del agudo dolor en su corazón:—Tienes razón. Nosotros, los dos estúpidos ciegos, hemos estado lastimándola. Sin embargo, ¡ninguno de ustedes quedará impune!Su lobo también aulló de ira. Anderson les lanzó su furia:—¡Todos nosotros debemos pudrirnos en el infierno!En ese momento, Rhys regresó todo sucio: había ido a la basura en busca de la caja que habían recibido. Los padres de Leah intentaban justificarse, pero Rhys ya no les creyó y les mostró las pruebas en la caja:—He recuperado mis memorias. La que me cuidó y me protegió siempre fue Irene.Frente a las pruebas contundentes, Leah y sus padres se pusieron pálidos al instante.***Cinco meses después, en la Isla Nieve.Estaba en un acantilado peligroso lleno de hielo y encontré una hierba muy valiosa con hojas plateadas. La guardé con cuidado en mi botiquín y regresé a mi cabaña de hielo. De repente, recibí la llamada de mi maestro:—Pronto terminarás la misión. ¿Cuándo regresarás a la manada
El nombre de Leah llevó a Anderson de vuelta a la realidad. Se esforzó por mostrar alegría a todos y apartó la mirada de la caja sucia. Preocupado, siguió a Rhys y llegaron a la casa de Leah. Por consejo de este último, Anderson compró un ramo de flores en el camino.Ambos esperaban ver la sonrisa de sorpresa de Leah, pero al acercarse a la casa, percibieron un olor peligroso. A través de la puerta entreabierta, Leah, que los esperaba en grave estado de enfermedad por el veneno, bebía licor fuerte mientras jugueteaba con la droga prohibida: el estramonio. Sus padres estaban frente a ella, con una expresión muy contenta. Mi madrastra, Rosa Montes, revisaba las joyas regaladas por Anderson con una sonrisa codiciosa:—Lea, mi hija, eres la más inteligente del mundo. Con una pequeña mentira de quedarse envenenada, logró que Anderson aceptara todas tus peticiones. ¡Este supuesto Alfa no descubrió que todo eso es solo una mentira! ¿Es porque actuaste muy bien o porque él es un completo estúp
La vida en mi vientre ya se había apagado, pero Anderson ni siquiera tuvo la decencia de llamarme, pensando que solo estaba haciendo berrinches para llamar su atención. Publicó varias fotos en Instagram de aquellos días: habían comprado un apartamento nuevo para su futura vida y lo estaban llenando con muebles bonitos… incluso habían tomado fotos de la boda… No les hice caso. Me puse en contacto con mi maestro y acepté la misión de colectar hierbas medicinales en la apartada Isla Nieve. Además de eso, le entregué las pruebas sobre la verdad de la avalancha. Cuando el Beta me envió al centro de terapia, escondió aquellas pruebas en mi bolsa. Cuando descubrí la verdadera causa del desastre, me enfurecí y perdí el último rastro de amor hacia Anderson: ¡la avalancha había sido resultado de la inapropiada excavación del nuevo altar de nuestro Alfa!Después de todo eso, regresé a mi casa, arreglé todas las cosas con símbolos solo para la Luna y las pruebas sobre la persecución en el centr
Último capítulo