Katherine y Héctor llegaron al hospital con los rostros marcados por la tensión. Apenas cruzaron la puerta, Richard los vio y se acercó rápidamente, su expresión era dura, llena de reproche.
—¿Dónde está Sofía? —le espetó Richard a Katherine, su voz cargada de autoridad—. Debemos resguardarla por el bien del hijo que espera. Y te advierto, si te atreves a hacerle algo a un Ross…
Antes de que pudiera continuar, Héctor se interpuso entre ambos, su mirada fría y peligrosa. No iba a permitir que Richard siguiera intimidando a Katherine. La tensión creció rápidamente, los dos hombres midiendo fuerzas, pero Katherine permaneció en silencio, tranquila, observando todo con una calma calculada.
Richard, a pesar de su furia, siempre había tenido una razón oculta detrás de sus acciones. En el pasado, había forzado a Anthony a estar con Katherine, no solo por el poder o los negocios, sino porque sabía quién era en realidad: la hija de su propio hijo ilegítimo. Eso hacía que Katherine fuera su nie