Antes de que pudiera terminar, la madre de Ariana ya no aguantó más. Se largó a llorar desconsoladamente.
Sebastián se desesperó completamente y casi se desploma.
De pronto recordó haber visto a Ariana en el salón de asuntos de la manada. Ella había dicho que estaba resolviendo unos trámites por su madre... Entonces, desde ese momento ya había estado planeando abandonarlo definitivamente.
Esa verdad cruel lo golpeó de lleno y destruyó toda su seguridad, esa ilusión de que controlaba la situación.
Pero Sebastián se negaba a creerlo. Un solo pensamiento lo atormentaba. ¡No, Ariana no podía irse así de fácil! ¡Su venganza aún no había terminado! ¡Ni siquiera había comenzado a castigarla como correspondía! ¡No lo iba a permitir! ¡De ninguna manera iba a dejar que Ariana desapareciera de su vida!
Sebastián apretó los puños hasta que las uñas se le enterraron en las palmas y empezó a sangrar. No podía apartar los ojos de las noticias del accidente que pasaban en el celular de la madre de Ari