El Alfa Seth me odiaba más que a nada y a nadie en el mundo. Yo era su pareja destinada, pero tristemente para él solo era una humana… una humana inútil, sin garras ni poder. Su corazón siempre le perteneció a Joanna, su amiga de la infancia. Más, después de que Joanna perdió la vida en un accidente. Seth me culpó... y me odió durante diez años. Pero un día, la manada enemiga puso una bomba frente a nuestra guarida y él fue quien me salvó. Pero, al hacerlo, murió en mis brazos, y, aun, encontró fuerzas para apartar mi mano temblorosa de él. —Elena, ojalá la misericordiosa Diosa de la Luna nunca nos hubiera juntado… En el funeral, la ex-Luna, la madre de Seth, me agarró del cuello y lloró sin cesar. —Seth, todo es mi culpa. Nunca debí obligarte a aceptar a esta humana. Si te hubiera dejado estar con Joanna, ¿todo esto habría pasado sucedido? No respondí. Porque sinceramente era cierto. Después de que me sacaron del funeral a la fuerza, subí sola hasta Crestacielo, el lugar sagrado de la manada, y salté. Cuando abrí los ojos, no estaba muerta. Había regresado justo al día en el que la Diosa de la Luna me había marcado como la pareja de Seth. Pero esta vez, decidí cortar todo lazo que tuviera con él, para que todos pudieran tener lo que de verdad querían.
Leer más~Elena~Seis meses después, mi vida era otra.Sin el lazo de pareja, por fin me sentía yo misma. El refugio iba muy bien, empezamos a recibir criaturas mágicas de todo el país.Dagmar y yo ya éramos algo serio. Su paciencia, su forma de entenderme y su apoyo incondicional me ayudaron a volver a confiar en el amor y a abrirle mi corazón.—¿En qué piensas? —dijo Dagmar abrazándome por la espalda y dándome un beso en el cabello.—En lo mucho que han cambiado las cosas en tan poco tiempo —dije aún pensativa y lo abracé más fuerte para sentir su calor.—¿Y fueron cambios para bien o para mal?—Fue para lo mejor —sonreí y lo besé.Estábamos en el patio del refugio, mirando cómo el atardecer pintaba de amarillo el mar. Riley y los otros animalitos jugaban en el pasto. Era justo la vida que siempre soñé.—Llegó una carta para ti —dijo Kate caminando hacia mí y me dio un sobre elegante— Parece invitación formal.La abrí: era una invitación para la ceremonia del nuevo Alfa de la manada Luna Negr
~Elena~—Otra vez él —dijo Kate, señalando la reja del refugio.Seth estaba arreglando una parte que estaba suelta. Llevaba dos semanas en el pueblo, apareciéndose todos los días en el refugio para arreglar cosas sin decir nada.—Dile que se largue —le dije, dejando muy claro cuánto me fastidiaba.—Elena… —dijo Kate dudosa —Se nota que de verdad lo intenta. Tal vez…—Nada de “tal vez” —la interrumpí —. No sabes lo que hizo.Abrí la puerta y caminé directo hacia Seth. En cuanto me vio, soltó las herramientas con una diminuta chispa de esperanza en los ojos.—Vete —le dije sin emoción— No quiero verte—Elena, por favor, dame una oportunidad —pidió él.—Ya tuviste tu oportunidad. Diez años de oportunidades —me acerqué, temblando de rabia —¿Y qué hiciste? Me humillaste, me trataste como basura, me rechazaste delante de todos.Seth bajó la cabeza, se notaba que estaba arrepentido.—Sé que lo que hice estuvo mal…—Saberlo no es suficiente —le dije —Saberlo no borra el daño.—Entonces dime q
~Elena~—¡Riley, no toques eso! ¡Eso es para los murciélagos vampiro!Corrí hacia el lobito que intentaba abrir una bolsa de sangre. Él me gruñó, con esa mirada desafiante.—¿Por qué siempre cuidas a esos murciélagos? ¡Apestan y dan miedo! —dijo Riley con desprecio.—Porque cada ser vivo merece respeto —le respondí despacio, guardando la bolsa de sangre en la nevera— Hasta los seres que no te gustan.Cinco años después.Hace cinco años, con ayuda de un chamán, cambié de bús en el último minuto y logré escapar.El viejo chamán hizo que un amigo elfo tomara mi lugar en el bus que estaba destinado a caer por el barranco, y dejaron ahí un collar mío para despistar.Antes de irme, el chamán me regaló un amuleto muy antiguo con runas que dibujaban una cadena rota.—Ningún lazo es para siempre —me había dicho en un tono misterioso— Cuando el odio sea más grande que el amor, y tu voluntad sea fuerte, la Diosa bendita te va a dar derecho a elegir.—Lo odio —dije entre dientes— Lo odio con todas
~Seth~—¡No puede ser! ¡De ninguna manera es ella!Seth golpeó la mesa de vidrio con tanta fuerza que la hizo trizas. Ni siquiera notó la sangre que le brotaba de los nudillos.—Alfa, la policía ya lo ha confirmado —dijo el Beta Luke con un tono cauteloso—. El nombre de Elena estaba en la lista de los pasajeros que iban en el autobús que se accidentó. Todos los pasajeros…—¡Cierra la boca! —rugió Seth, con sus ojos dorados brillando, haciéndolo verse más feroz—. ¡Prepara el carro, ahora!Treinta minutos después, Seth estaba en el borde del acantilado, mirando los restos quemados del bus. El equipo de búsqueda y de rescate seguía trabajando, aunque ya habían logrado sacar algunos cuerpos quemados, aún le quedaba mucho trabajo por delante.—Es una tragedia —comentó un policía humano, sus ojos reflejaban lástima—. Vamos a necesitar pruebas de ADN para saber quiénes son.Seth olfateó el aire, como intentando encontrar algún rastro del olor de Elena. Pero lo único que olió fue gasol
~Elena~—Hay una manera —dije, mordiéndome el labio, pero con una mirada decidida.—¿Cuál? —preguntó Seth, mirándome fijamente.—La Magia Devoradora de Alma puede ser purificada, pero solo alguien bendecido por la Diosa de la Luna puede hacerlo, sacrificando su «Fuente de Vida» —expliqué con calma, aunque por dentro mi corazón latía a mil por hora.—¿Cómo sabes eso? —preguntó Seth, algo desconfiado.—Me lo contó el Chamán —mentí. Sinceramente, yo había visto a Joanna sufrir por esa magia en mi vida pasada.—Vamos —dijo Seth, tomándome de la muñeca, apretándome tan fuerte que parecía que quería romperme el hueso.Corrimos por el bosque hasta la cabaña del Chamán. Adentro, a la luz de unas velas, el viejo Chamán se encontraba moliendo unas hierbas.—Chamán, ¿es cierto? —dijo Seth sin rodeos—. ¿La Fuente de Vida de una humana puede quitar la Magia Devoradora de Alma?El Chamán lo miró un poco sorprendido, antes de mirarme, pensativo.—Sí, Alfa. Pero…—Pero ¿qué?—Para un human
~Elena~ —¡Seth! ¡Auxilio!Aquel grito se llevó consigo el silencio de la mañana.Seth y yo estábamos en la entrada de Crestacielo, el lugar sagrado, a punto de subir, pero ese grito de ayuda hizo que Seth se pusiera tenso.—¿Joanna? —dijo, volteando a mirar. Una mujer lobo, con el cabello desordenado, corrió hacia nosotros, era Melissa, la segunda al mando después de Joanna.—¡Alfa! ¡Es terrible! ¡La señorita Joanna está muy mal! ¡Su lobo está a punto de perder el control! —gritó Melissa, con lágrimas en los ojos—. No pudo soportar la noticia de que escogiste a una humana como pareja, y ya no pudo más.La expresión de Seth cambió por completo.—¿Dónde está?—En el territorio de la familia…Seth no me miró, solo salió corriendo. Dio tres zancadas, y sin voltearse, dijo:—Espérame aquí.Dicho esto, se marchó, desapareciendo entre los árboles.Me quedé ahí parada y sonreí con tristeza. Como siempre en aquellos diez años, Seth estaba poniendo a Joanna por encima de mí.Reg
Último capítulo