29

—¡No seas tramposo! —dijo Hana. Ahora que ambos estaban en sus formas de lobo, podían comunicarse. Alguien en su cuerpo humano sólo entendería ladridos y chillidos provenir de ellos, pero ellos sí podían entenderse completamente. —¡Eso no es justo!

—Claro que es justo, no seas llorona. —Hana se quejaba debido a que durante su juego de mordidas, el ganador era quien lograba derribar al otro. Ya iban más de ocho rondas, todas ganadas por el Alfa. Hana no podía hacer caer a ese enorme lobo por más que quisiera.

—Ya suéltame, Adrien tramposo. —refunfuñó. Ronda número nueve y había vuelto a ser la perdedora; ya ni le sorprendía. La loba blanca se colocó en el lomo negro del Alfa, recostándose con claras intenciones de descansar allí.

—No soy una cama Hana. —reprendió Adrien, pero no fue obedecido por Hana. Ésta, simplemente como tratándose de un acto de provocación, se acurrucó más en su pelaje negro. —Hana... —dijo, intentando ser paciente.

—Deja de quejarte, sólo quiero dormir. —el Alfa
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App