En la habitación se instaló un silencio sepulcral luego de que el centinela anunciara el regreso de un supuesto Alfa. Hana miró a Adrien, pero éste sólo permanecía callado al igual que el centinela. Un nudo se formó en su garganta. ¿Alfa traído de Darkmoor? ¿Muchas cosas que contar? ¿Qué estaba sucediendo?
—¿Dónde se encuentra? —Preguntó Adrien, tan firme como siempre. El centinela, de raza Beta, tan erguido y recto como podía, dio un paso al frente.
—Está abajo, líder. Las sirvientas están atendiéndolo ahora mismo. —Con un poco de temor, el centinela agregó: —Está agotado. Dijo que después de espiar a Bell, un lobo desconocido luchó con él. Tuvo suerte de ganar y ser auxiliado por una familia cercana.
Un inaudible jadeo de sorpresa escapó de los labios de Hana, no podía estar hablando de ese Bell, debía ser una coincidencia ¿cierto? Era imposible. De inmediato, al no poder tranquilizarse, Hana cayó sentada en la cama sintiendo que sus piernas temblorosas ya no podrían sostener su pes