Capítulo 67. Pertenecer
Nero le sostuvo la puerta y la ayudo a entrar en la jaula. Su tamaño era mucho más pequeña que la anterior y parecía bastante incomoda, el único consuelo que acompañaba a Luz era que si todo salía como esperaban, finalmente lograría encajar.
—Siéntate quieta mientras recito los párrafos.
Luz asintió y se sentó en aquel suelo suave mientras Zacarías traía un libro antiguo llenó de polvo.
—Bien, comencemos.
Cuando el libro se abrió, la página apareció por sí sola y Zacarías comenzó a recitar cada una de las oraciones mientras aquel libro levitaba como si fuera sostenido por alguien más.
A lo lejos un aullido se escuchó y el oído de Nero escuchó claramente las pisadas de alguien que venía a toda velocidad.
—Está llegando… —advirtió alejándose de la jaula porque aquella loba venía con todas las intenciones de volver y el solo sería un obstáculo al que quitaría del camino con facilidad.
Solo fueron minutos los que transcurrieron antes de que aquella loba enorme y hermosa llegara al l