El sol brillaba en el cielo, y la mansión estaba tranquila cuando Luz decidió dar un paseo por los jardines para disfrutar del aire fresco y relajarse por un momento. Mientras caminaba entre las flores, no pudo evitar sentir una sensación de paz y serenidad.
Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida cuando escuchó una voz familiar detrás de ella. Se giró y se encontró cara a cara con Penélope.
—Vaya, vaya, si es la nueva esposa de Nero. ¿Disfrutando de tu nueva vida aquí?
Luz se mantuvo serena y calmada, a pesar de la presencia de Penélope.
—Hola, Penélope. Sí, estoy feliz con mi vida junto a Nero.
Penélope esbozó una sonrisa maliciosa.
—Oh, claro, feliz con mi exmarido y la vida que debió de ser mía. Debe ser una vida de ensueño para ti.
Luz sintió un nudo en la garganta, pero se obligó a mantener la calma.
—Lo siento si alguna vez te he hecho daño, Penélope, pero nuestro pasado ya no importa. Lo que importa es el presente y el futuro que estamos construyendo juntos.
Penélope