Tal como previéramos, la destrucción del poblado y los cultivos mantuvo alejados a los parias y sus vasallos de las orillas del Launne. Se cuidaron de mantenerse a distancia, usando las colinas para ocultar sus movimientos. Y tal como previéramos, centraron sus ataques en los puestos al oeste de Reisling.
Con cada nuevo parte que Mendel me enviaba, dábamos gracias a Dios por la providencial llegada de los solitarios. Sin ellos, no habríamos podido sostener nuestra posición en el recodo. Mi hermano y sus hijos se habían adentrado en las tierras al norte del puesto de Maddox, acompañados por unos pocos solitarios, hallando tierras baldías hasta que se aproximaron a las colinas.
Allí descubrieron una ciudad rodeada por tierras de cultivo y pastoreo, y Mendel estimó que albergaba al menos un millar de habitantes. Evitaron el territorio controlado por los humanos, con intenciones de averiguar qu&ea