Mateo Enfrenta A Alonso.
Al día siguiente, Alonso se presentó en casa de Valentina. Ella tomó su bolso al instante y, sin deseos de permanecer ni un momento más allí con él, partieron hacia un restaurante. Al llegar, Alonso le preguntó:
—¿Por qué saliste tan rápido? ¿Pasó algo ayer con tu esposo?
—No, no es eso. Simplemente ya me iba. Pero dime, ¿para qué querías verme?
—Entiendo. Bueno, como te había dicho anteriormente, vine para apoyarte en todo lo que necesites. Así que estuve indagando de qué otras formas podría ayudarte, y quiero hacerlo, claro, si tú me lo permites. Recuerda que solo quiero que estés bien y feliz.
—Sabes que no quería involucrarte en todo este desastre en que se ha convertido mi vida. Pero, como siempre, llegas en el momento donde más necesito ayuda. Así que sí, acepto que me ayudes, pero por favor, ten mucho cuidado. No quiero que tengas problemas por querer ayudarme.
—Tranquila, no te preocupes. Sé lo que hago —tomó la mano de Valentina y, mientras le daba un beso tierno