Nadia.-Veo a Desmond seguirme atento mientras voy al baño, intenté buscar a Lina, pero me fue imposible, la verdad no quiero pasar mucho tiempo lejos de Emil estando entre toda esta gente.Puedo sentir la mirada de todos, en especial de los hombres inescrupulosos y lujuriosos comiéndome con la mirada, cuando hicieron el nombramiento de Emil sus miradas hacía mi fueron… como si fuera un trofeo una mujer inalcanzable a la que intentarían llegar. Al salir del baño veo una salida al final del pasillo, que conducía a una terraza.Sentí alivio cuando el frío me golpeó el rostro.— ¿Te encuentras bien? –giro y ahí estaba mi protector, se veía más aliviado que yo por estar allí.— Un poco abrumada y algo cansada, pero tú no te ves peor que yo y… estoy enojada contigo –arrugó el entrecejo confundido –Lina –fue lo único que dije para hacer que su expresión cambiara por completo, tensando su cuerpo hasta hacerlo sentir incómodo.— ¡Aquí vamos! –rueda los ojos con fastidio, su postura de guardae
Emil.-Seguí con la mirada a Nadia, apenas vi que Desmond la protegía me relajé, del otro lado observé a Lina en su misión, no solo la contraté como dama de compañía de mi mariposa, es astuta, intuitiva, confiada y con un poder de persuasión que no suele tener todo el mundo.Es por eso que le ordené acercarse a uno de los miembros de la triada, el húngaro Atila, me apoya, pero solo lo hace porque los otros dos son más fuertes que él, sé que no le genero confianza del todo y eso no me conviene, basta con que un solo eslabón así sea el más débil caiga para que mi fortaleza se tambalee.Veo como Lina sonríe de manera coqueta, por suerte Desmond no está cerca, aunque sabe que no debe reaccionar.— Pensé que tu esposa no te soltaría en toda la noche –escucho el acento árabe a mi espalda.— Ahmed ¿disfrutas la fiesta? ¿buscas a tu quinta esposa? –mi mirada sigue enfocada en Lina.— No hay material aunque, la chica con el vestido azul es interesante, pero sería un grano en el culo, tú sabes
Nadia.- El camino de regreso estuvo acompañado por un gran silencio entre Emil y yo, no sé qué le pudo decir esa mujer, pero no dejaré que me afecte y por supuesto no dejaré que me deje por fuera para hacer pagar a uno de los miembros de la araña roja. — No sé qué te habrán dicho en la fiesta –elijo romper el silencio al ver que estamos cerca de la mansión –pero sabes que la venganza con la araña roja es mía, no puedes quitarme eso Emil. — Lo sé –responde con seriedad sin darme la cara, su actitud me duele. — Iré a prepararme Me bajo de la camioneta casi al borde del llanto, no sé porque ahora se comporta tan distante, no recuerdo haber hecho nada que lo avergonzara, niego mientras subo a mi habitación para ponerme más cómoda. (…) Me planto frente a uno de mis hombres, de inmediato abre la reja de la cueva y entro con paso firme, los tacones de mis botas resuenan en el piso de concreto, empiezo a acostumbrarme más a este lugar, de inmediato escucho la voz de Emil junto al cruji
Nadia.- El pajarito cantó, dijo los planes que tenía y sobre los entrenamientos que realiza la organización con adolescentes, nos superan en números es obvio, pero son desorganizados Yuri lo es… y eso lo pone en desventaja su ambición por apartar a su hermano del poder lo hace cometer errores. Por suerte solo para mí el ataque que nos hizo lo planeó sin saber que yo estaba junto a Emil una ventaja para nosotros y a este imbécil no le dio chance de avisarle a su jefe aunque eso nos hizo creer. — Dijiste que había algo más –le pregunto apoyando los codos en el espaldar de la silla observándolo fijamente. — Sí –asiente con lentitud agotado casi al punto del desmayo–. Yuri lo encontró…Emil y yo nos miramos, dejando en evidencia nuestra confusión. — ¿Encontró que? –preguntó Emil con tono firme. — No qué… a quien… el… el niño Mi corazón latió con fuerza, me levanté de la silla tomé un poco de agua y se la ofrecí. — Sigue hablando –vi el alivio al sentir el líquido deslizarse por s
Emil.-— Quiero a tres de ustedes custodiando mi terraza, y dos la puerta si ella escapa lo van a lamentar. Los gritos de Nadia y sus golpes sobre la puerta se escuchaban por toda la casa, estaba hecha una fiera. — ¡¿Qué es lo que está pasando?! –entra Lina, detrás de ella Desmond con mala cara–. ¿Esa es Nadia?— Sí, la encerré en nuestra habitación –ambos me miraron como si hubiese perdido la cabeza. — ¿Te volviste loco? — Al parecer Aleksi está vivo, los araña roja lo tienen, Nadia quiere buscarlo, pero no puedo permitírselo –aprieto mi mandíbula sintiendo la presión de la frustración. — ¿Por qué? es su hermano, hay que rescatarlo — ¡No olvides tu lugar Lina! –elevo mi voz haciéndola callar–. tienes prohibido verla hasta que se le enfríe la cabeza. — Pero… –Desmond la toma por el brazo.— No contradigas –le ordenó con una naturalidad algo insultante. Lina se soltó de su agarre con enojo, se alejó fulminándonos con la mirada. — ¿Aleksi está vivo? ¿Es verdad? –Desmond bajó s
Yuri.- Aun me quedaban muchas interrogantes ¿por qué Emil Kosta tiene tanto interés en atrapar a este imbécil? Lo obligué a narrarme cada día que pasó con Nadia todo lo que hizo y me sorprende que este cobarde haya tenido las bolas para hacer todo eso. La rata de Andrey no tenía idea, ¡Pfff! ¡familia! Ni él ni su padre pudieron proteger a Nadia se volvió la puta de bastardo cobarde, pero debo reconocer que ahora que sé la experiencia que tiene en la cama la idea de convertirla en mi esposa me atare mucho más. — ¿Y qué tal sí? — Señor, tenemos noticias sobre Bucarest, nuestros hombres… no aparecen. Hago crujir mi cuello para calmar mi ira, supero al Dragón en número de hombres, pero en astucia y eficacia los míos parecen unos idiotas. — ¿No deje claro la importancia de que no se dejaran descubrir? –mi tono firme y frío hizo bajar la mirada de mi guarda espalda – ¿qué pasó? — No hay rastro de ellos, pero un último mensaje fue recibido por Zumar –extendió su celular con la mano te
Nadia.-Como me había enseñado Lina un poco de seducción y conseguirás lo que deseas de cualquier hombre, claro Emil intentó enseñarme el arte de la seducción, pero él es hombre, no es un experto. Así que usé mis dotes enseñados por mi mejor amiga, pero ahora…ahora había caído en las redes de mi marido, sintiendo la gloria debajo de sus labios moviéndose con tenacidad en mi punto más débil, robándome gemidos sin cesar. Tanto que había olvidado mi propósito cuando ingresó a nuestra habitación, mi cuerpo se tensó al sentir la llegada del orgasmo, no dudo en entregarme por completo, me dejo llevar cuando cada centímetro de mi piel se eriza y mi cuerpo se fragmenta en mil pedazos.— No te pongas cómoda mariposa, aún no termino contigo –se aleja, mi pecho sube y baja con la sensación del orgasmo recorriendo mi sistema, su mirada endemoniada, llena de deseo me escruta sonriendo por la satisfacción de haberme llevado al cielo hace solo unos segundos. Muerdo mi labio al verlo en su máximo
Nadia.-Pensé que lo peor que me podía pasar esta semana era haber peleado con Lina y verla partir de la mansión. Pero, no lo peor estaba ante mis ojos, la mujer que me había dado la vida, por la que había derramado tantas lágrimas, estaba allí caminando tranquilamente por las calles de Constanza, estuvo tan cerca, todos estos años. — ¿Por qué no me lo dijiste antes? –le pregunté a Emil, sin apartar mis ojos de ella.— Queríamos estar seguros, de que fuera ella. — Es evidente que Desmond no habló con ella. — No, no era conveniente la hubiésemos alertado, tiene que dar explicaciones, pero, es a ti quien debe dárselas, no a Desmond ni a mí. — No hay explicación válida para justificar el abandono de tus tres hijos, nunca he pensado en ser madre, pero jamás abandonaría a mi hijo por nada.— Si no estás lista, podemos irnos, ya sabemos dónde encontrarla. Mis ojos la siguen hasta que entra en una pequeña casa, sencilla, con una calidez hogareña que se puede sentir solo con verla. — N