Emil.-
Por fin, la noticia que tanto he esperado la muerte de Drago ha llegado, estoy a un paso de conseguir por completo la gloria y declararme oficialmente como el Dragón Plateado.
Estaciono en la mansión Petrov, debo ocultar la felicidad que me embarga en este momento y mostrarme como el hijo perturbado, los hombres de Drago me observan y asienten varios de ellos me son leales y ya me apoyan lo han demostrado vigilando como halcones a Valery.
— ¡Emil! –Valery se lanza sobre mi pecho. – ¡Está muerto Drago está muerto! –esta mujer es pésima actriz, nadie cree en su supuesto dolor.
— ¿Dónde está Filip? –pregunto ignorando su falso drama.
— Está en el despacho de Drago, con los líderes de las tríadas –comenta gimoteando.
— Quédate aquí debo ver que está sucediendo –me giro sonriendo, esto ya estaba planificado, sabía que los líderes de las triadas aparecerían de inmediato, abro la puerta de golpe viendo a Filip sentado en la silla de Drago, todos voltean a verme. –Señores –me limito a