Desmond.-
Siempre supe que mi destino era estar solo, le juré mi lealtad a Emil no solo por agradecimiento, de no ser por él no estaría vivo, no estaba en la obligación de cuidarme cuando éramos niños, yo no era de su sangre y era un rival más con el que tenía que luchar por comida.
Jamás lo culpé por haberse ido con Drago, todo lo contrario para mí fue un alivio que no haya sido testigo de las cosas que hice para sobrevivir en esos tres años que me quedé solo.
Toda mi vida he sentido el peso de la culpa por todo lo que hice, las vidas que mis manos arrebataron, ver a Aleksi revolvieron todos esos recuerdos trayéndolos de vuelta junto a las pesadillas.
Mis demonios… siempre estarán presentes.
Por eso no puedo estar con Lina, somos dos personas rotas, cualquiera pensaría que eso nos uniría más, como sucedió con Nadia y Emil, pero yo no podría… vivir feliz, no lo merezco.
— Jefe, los jefes de la triada convocaron a un consejo, también citaron al dragón.
— Bien, yo le avisaré a Emi