La noche cubre con majestuosidad la mansión, cada uno de sus secretos refugiados bajo una estela oscura. Misteriosa que, guarda celosamente una verdad. El silencio es testigo de cada uno de ellos y se convierte en una manta aterciopelada que los mantiene apartados de la realidad que los rodea. Emily es uno de ellos. uno de esos secretos que fuera no se escuchan. No puede dormir. Ha dado vueltas en la cama durante horas, con la mente atrapada entre recuerdos y preguntas que no tienen respuesta.
Se levanta. Camina descalza por el pasillo, con el vestido de dormir que encontró en el armario. Es suave, vaporoso. La comodidad la embarga, de repente ya su cruel realidad no parece tan oscura. La herida en su mano duele, pero no tanto como para exponerla, la nueva venda es mas fina, menos desesperada. Mas calmada. La ropa no sabe si fue elegida por alguien más o si simplemente estaba allí. Pero le queda justo. Como si la casa supiera su talla. Como si alguien la estuviera esperando.
La luz t