79. Algo va muy mal
“Ethan Hayes”
Las ventajas de hablar menos y observar más son que, con el tiempo, cualquier cambio de comportamiento salta a la vista. Una mirada distinta, un gesto, el tono de voz… todo se vuelve evidente cuando prestas atención.
Por eso noté que algo no cuadraba en Mia cuando volvió a mi despacho. Y no era solo el cabreo por lo de Miranda.
Era cómo evitaba mis ojos, cómo le temblaban apenas las manos al rodearme la cintura. La excusa del SPM…
—¿Mia me está mintiendo? —murmuro, tamborileando los dedos sobre el escritorio—. ¿Y por qué?
La puerta se abre y me corta el hilo; entra James. Frunzo el ceño: raro que siga aquí si Mia se largó hace un rato.
—¿Ocupado? —pregunta, ya sentándose frente a mí.
—Siempre —respondo, fingiendo normalidad—. ¿Qué necesitas?
—Que revises esto antes de la reunión con el consejo —dice, dejando una carpeta sobre la mesa.
—¿No confías en tus abogados? —cojo los papeles y los hojeo rápido.
—Confío, pero aquí hay números y proyecciones financieras;