5. Esto fue una sorpresa
El sabor amargo en la boca es el menor de mis problemas. Mis manos tiemblan mientras intento recomponerme, evitando mirarlos.La palabra “tío” sigue resonando en mi mente, haciéndome jadear.— Mia, ¿estás bien? — pregunta James, con un tono preocupado. — ¿Quieres un vaso de agua?Asiento ligeramente, girándome por fin para enfrentarlos. Sin embargo, Ethan se mueve primero. Sin decir nada, camina hasta el minibar en una esquina de la oficina.— Toma — murmura, entregándome una botella de agua.— Gracias — susurro mientras mis manos temblorosas sostienen la botella.Doy un pequeño sorbo, intentando tragar el nudo en la garganta. James observa en silencio mientras Ethan se aleja, sentándose en su silla de cuero.— Mia… — James habla al fin, mirándome. — ¿Estás mejor? ¿Quieres sentarte?— Estoy bien, gracias — miento, aunque sé que mi aspecto me delata. — Solo… debo haber comido algo que me cayó mal.— De acuerdo. Ahora, ¿puedo saber qué pasó, Ethan? — pregunta James, cambiando el rumbo d
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