“Mia Bennett”

Las palabras de David me retumban en la cabeza mientras intento dominar el temblor de las manos.

Si James supiera qué pasó, ¿cómo reaccionaría?

Al fin y al cabo, la muerte de mi madre convirtió al hombre que era mi figura paterna en un monstruo irreconocible que casi me mata. Entonces, si James descubriera cómo murió ella, cómo pasó todo…

¿Y si también me culpara, como hace David? ¿Si empezara a mirarme con el mismo desprecio que veo en sus ojos?

Si perdiera todo lo que estoy construyendo aquí… James, Ethan, esta nueva vida que logré armar lejos de la pesadilla…

Tal vez eso me destrozaría del todo.

—El silencio nunca fue lo tuyo, hija —David interrumpe mis pensamientos, sarcástico—. ¿Qué pasa? ¿Estás imaginando la cara de tu nuevo papaito cuando se entere de que tú…

—No maté a mi madre… —consigo replicar, aunque la voz me sale temblorosa.

—¿No? —levanta una ceja, con una sonrisa burlona—. No creo que te hayas dado un golpe y hayas perdido la memoria. Sarah solo estaba en