54. mis marcas en ti
Es extraño cómo el caos, a veces, puede traer una paz momentánea a la mente. Ayer, mientras estaba con Ethan, sentí una tranquilidad que no tenía sentido.
La tensión entre nosotros, las sensaciones que despierta, los pensamientos que ocupa… todo eso me distrajo lo suficiente como para que, durante unas horas, olvidara el verdadero motivo que me llevó a su casa.
Pero la realidad nunca tarda en alcanzarnos. Cuando me quedé sola en la habitación, llegó con fuerza, aterradora. Incluso después de borrar el mensaje de David, sus palabras seguían robándome el poco control que creía haber recuperado.
“Nos veremos pronto.”
Cuatro palabras simples, pero lo bastante poderosas como para despertar un miedo que pensé que había dejado atrás. Miedo de alguien que, en algún momento, consideré mi refugio seguro.
Después de todo, David llenó el vacío que dejó aquel que nunca estuvo presente. Y aunque no era mi verdadero padre, durante muchos años lo sentí como tal.
—¿Estás bien? —La voz de James