37. No pares esta vez
Tomo mi celular y empiezo a caminar por la habitación, buscando hoteles cercanos mientras mi mente libra una batalla que ya sé que voy a perder.
La voz de la razón insiste en que debería volver a la cama, acostarme y olvidarme de esta idea absurda.
Me paso la mano por el cabello, frustrado. Esto es una pésima idea. Una de las peores que he tenido, y mira que he hecho muchas estupideces en la vida.
Aun así, toco la pantalla y confirmo la reserva en un hotel cercano.
—Solo será una noche —murmuro para mí mismo, como si eso fuera a disminuir la locura de lo que estoy a punto de hacer.
Me cambio de ropa rápidamente, ignorando la adrenalina que ya empieza a apoderarse de mí. Agarro mi billetera, el celular y las llaves antes de salir.
Mis piernas parecen moverse solas mientras camino hacia su habitación. Me detengo frente a la puerta, sostengo el pomo y dudo por un segundo antes de girarlo.
Al entrar, veo a Victoria durmiendo profundamente. Entonces, mis ojos encuentran a Mia, que s