33. el gran momento
Vitória y yo intercambiamos una mirada en cuanto James se aleja de la puerta.
—“Terminen rápido”, como si fuera fácil decidir con tantas opciones —gesticula hacia la pila de vestidos esparcidos por la cama—. Y tú, ¿qué te vas a poner?
—Aún no lo sé. Ni siquiera sabía que necesitaba prepararme para un evento con tanta gente —suspiro, frustrada—. Y con Ethan, después de todo…
—No quisiera estar en tu lugar, Mia. Pero, si quieres un consejo, si deciden seguir con esto sin que James lo sepa, sean lo más discretos posible. La gente habla, ¿sabes? Alguien podría notar algo.
—No voy a darles esa oportunidad —revuelvo el armario, buscando algo para ponerme—. Tú misma dijiste que nadie merece ese juego de idas y venidas. Así que… se acabó. Pero… ¿crees que esto realmente se acaba?
—Los deseos solo se van cuando se satisfacen —responde, tomando un vestido rojo brillante de la cama—. Tal vez eso es lo que falta para terminar con esa tensión sexual entre ustedes.
—Supongo —musito, mirando una pre