32. seguiste tu patrón
“Mia Bennett”
La palabra “real” no se me va de la cabeza. Es como si la hubiera gritado, aunque la dijo en voz baja.
Por un segundo, me quedo paralizada, intentando descifrar si Ethan está siendo sincero o solo me está manipulando para justificar lo que hizo.
Mi cabeza es un desastre. Después de escuchar a James, entendí que ese dinero no fue solo una ayuda inocente, como él quiso hacerme creer.
Fue una transacción disfrazada. Otro ítem tachado en la lista de problemas resueltos de Ethan Hayes.
Respiro hondo y vuelvo a mirarlo, intentando ordenar mis pensamientos, pero es imposible. Estoy dolida, furiosa y confundida. Tal vez una mezcla de las tres cosas.
—¿Real para quién? —pregunto, forzando una risa amarga, lo suficientemente baja para que solo él la oiga—. Porque, para algo que fue real, al día siguiente seguiste tu patrón: una noche, un pago. Y te fuiste sin mirar atrás.
—Ya te dije, lo hice porque era evidente que lo necesitabas, Mia —pausa, como si intentara organizar s