28. ella quiere volverme loco
Mia sabe exactamente lo que está haciendo, y, aunque sé que soy el mayor responsable de ese comportamiento, no puedo controlar mi reacción. Mi mandíbula se tensa tanto que mis dientes rechinan.
¿Por qué estoy reaccionando así?
Fui yo quien decidió, después de dejar que el deseo hablara más alto que mi juicio, que lo mejor era mantener la distancia, actuar como si nada hubiera pasado.
Mia no merece la confusión que nuestro enredo traería a su vida, y yo no debería importarme tanto por sus provocaciones descaradas.
Pero la verdad es que la forma en que le sonríe a Theo me molesta más de lo que debería.
—Mia, ¿por qué no les muestras las habitaciones? —sugiere James, sacándome de mis pensamientos.
—Claro —responde ella de inmediato, mirándome una última vez antes de hacer un gesto hacia Emma y Theo.
Mia comienza a subir las escaleras, charlando con la esposa de Alec y con el idiota sonriente de cabello oscuro y ojos castaños. Mis ojos siguen la interacción hasta que desaparecen p