29. un gran sacrificio
“Mia Bennett”
Theo es genial, mucho más de lo que imaginé.
Cuando decidí prestarle atención, fue totalmente por impulso, un intento infantil de mostrarle a Ethan que también sé jugar a la indiferencia.
Pero ahora, después de casi dos horas de conversación, me encuentro genuinamente interesada en sus historias sobre la facultad de Derecho y sus ambiciosos planes para el futuro.
Debo admitir que es agradable estar cerca de alguien que no me confunde, alguien que no convierte cada momento en un campo minado lleno de resistencias y barreras.
Pero, incluso mientras me río con otra de sus anécdotas universitarias, siento el peso de la mirada de Ethan quemándome la espalda.
Un recordatorio de que, aunque la compañía de Theo sea una distracción, lamentablemente, es ese hombre frío y complicado quien ocupa demasiado espacio en mi cabeza.
Nos quedamos en silencio por un momento, solo observando las bromas de Vitória y Gabriel en el agua. La risa estridente de ella resuena en la playa, m