27. este viaje se puso más interesante
Ethan cierra los ojos, respirando hondo, pero es evidente que ya perdió esa batalla interna. Cuando los abre de nuevo, sus ojos están más oscuros, casi apagando el verde.
—Al carajo —murmura, antes de entrelazar sus dedos en mi cabello y unir nuestros labios.
El beso es intenso, cargado de deseo y de todo lo que hemos intentado evitar durante demasiado tiempo. Sus manos aprietan mi cintura y mis piernas se enredan en la suya, eliminando por completo la distancia entre nosotros.
Cuando nos quedamos sin aire, sus labios abandonan los míos, descendiendo por mi cuello. Entrelazando los dedos en mi cabello otra vez, Ethan tira de mi cabeza hacia atrás, dejando un rastro de besos.
Su otra mano suelta mi cintura, subiendo lentamente por el lateral de mi cuerpo hasta que, finalmente, baja la tira de mi camiseta fina, dejando mis pechos al descubierto.
Un gemido bajo se me escapa cuando su boca roza mis pezones. Pero, en lugar de continuar, Ethan levanta el rostro y vuelve a besarme.