Punto de vista de Maverico.

Llamé a Guadaña para informarle sobre lo que había encontrado, y me dijo que regresara al club después de tres semanas de búsqueda y seguimiento de pistas. Monté a toda prisa como un loco para regresar. Apenas llegué, me llamaron a la Iglesia. Encontré una pista después de que uno de los clubes a los que fui me habló de una subasta anual.

Mi instinto me decía que ahí era donde llevarían a Armonía. Los de Los Ángeles y la Madre de la Venganza han estado desmantelando subastas en todo el país desde que dividieron los equipos y cada uno derribó una subasta. Hasta ahora, doce habían sido cerradas en tres semanas.

El resto del club había viajado a otros clubes, pero los lugares que visité estaban involucrados en cosas más oscuras. Ellos también fueron destruidos. No me llamaban Forajido por nada. Más bien, era su verdugo.

Entré al club. Melodía estaba en la escuela que las mujeres habían organizado con la ayuda de las escuelas locales, para que los niños en edad