Punto de Vista de Rebel
Después de un par de horas limpiando todo y asegurándonos de que Román estuviera bien, manejamos en silencio hacia el hospital. Rodri me mantuvo la mano tomada durante todo el trayecto. Aunque ya casi tenía diecinueve años, todavía necesitaba consuelo. Él era víctima de la venganza de Luna tanto como yo. Al llegar, nos bajamos de la camioneta.
Rodri caminó a mi izquierda, Daniel a mi derecha y Dylan detrás de nosotros mientras todos nos dirigimos hacia el Departamento de Urgencias del hospital.
—Voy a ver qué está pasando. ¿Por qué no van a sentarse ustedes tres? —les dije antes de acercarme a la recepcionista detrás del vidrio.
—Hola, vengo a preguntar por mi mamá. La trajeron hace poco con una herida de bala en el hombro derecho. Se llama Ángel Moreno-Jackson. —le expliqué mientras ella comenzó a teclear en su computadora, mirando la pantalla.
—¿Dijiste que era tu mamá? —asentí con la cabeza.
—Sí, se la llevaron del lugar en ambulancia y mi hermana iba en otra