Punto de vista de Guadaña
Observamos cómo el SUV que llevaba a Rebel se alejaba a toda velocidad. Daniel subió al otro vehículo e intentó arrancarlo, pero no funcionaba. Lo intentó de nuevo y nada.
—¡Mierda! —Gritó mientras golpeaba el volante.
Bajó corriendo y volvió a entrar a la mansión. Lo seguí. ¿Por qué había hecho eso? Sabía lo que estaba planeando hacer, así que necesitaba detenerla, no, necesitábamos detenerla. Teníamos que llegar al Reino Unido antes que ella, antes de que hiciera algo de lo que no podría escapar.
Saqué el teléfono de mi bolsillo y llamé a Salvaje.
—Sí, ¿qué pasa? —Contestó. Podía escuchar pitidos en el fondo, así que debía estar en el hospital.
—Es Rebel, se dirige al Reino Unido y pronto. Va a conseguir que la maten, Salvaje. Necesito tu ayuda. —Le informé y él jadeó.
Supe que ya estaba moviéndose, pude oír a Ángel preguntando qué pasaba, pero él no le dijo nada.
—¿Cómo sabes esto? —Me preguntó, y suspiré mientras Daniel salía corriendo con unas llaves en