Punto de vista de Ángel
Me sentía confundida, asustada e irritada. ¿Cómo no iba a estarlo? Ni siquiera sabía quién era, cómo había llegado allí ni por qué.
Ese hombre llamado Ryder parecía conocerme, incluso me dijo que teníamos una hija, pero, ¿por qué no podía recordarlo? Además, dijo que lo que me pasó fue culpa suya. ¿Cómo podía ser su culpa? ¿Qué me había hecho?
Me sujeté la cabeza y sollocé mientras luchaba por recordar lo que había pasado y si él estaba diciendo la verdad.
“Ángel, respira cariño. Es mucho que asimilar.”
Cerré los ojos con fuerza, concentrándome en mi respiración. El dolor en la cabeza era tan fuerte que sentía relámpagos atravesando mi cráneo, haciéndome gritar de dolor.
Pero no era físico, era un miedo y una frustración que me desgarraban el alma.
“¿Qué me pasó?” Susurré con las lágrimas corriendo por mis mejillas. Me atraganté con los sollozos.
“Los doctores te lo explicarán.”
“No, Dímelo tú. No creo poder tratar con más gente en este momento. Por favor, dime