Punto de vista de Ángel
Había transcurrido un mes desde el inicio del confinamiento. La incertidumbre se mezclaba con la emoción en el ambiente: todos estaban nerviosos, pero ansiosos por volver a salir. Era fundamental demostrar que confiábamos en que la amenaza había quedado atrás, sobre todo ahora que Crusher estaba muerto. En especial porque sabíamos que esa certeza no haría más que avivar la furia del resto de su maldita banda.
Estaba revisando mi arma mientras planeaba mi salida para intentar retomar la normalidad. Sin embargo, no era ingenua. Era consciente de que el peligro aguardaba entre las sombras, por lo que debía extremar las precauciones una vez que cruzara el umbral.
“¿A dónde vas?” Preguntó Ryder desde atrás, sonreí al girarme y verlo justo cuando dejaba el arma a un lado.
“Al supermercado, luego pienso hacer algunas compras y quizá ver ropa diminuta para bebé. ¿Quieres venir?” Le pregunté envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, me puse de puntillas y lo besé.
“