“Espera a que te crezca la barriga, entonces me reiré de ti. Los moteros son tan malditamente posesivos.” Me señaló ella, por lo que me encogí de hombros.
No podía ser peor de lo fue mi papá con mi mamá cuando estaba embarazada de Nico. Todo estaría bien.
Aunque, pensándolo bien, todos los machos alfa son iguales. Mamá no podía ni mover un dedo, papá siempre estaba a su disposición. Demonios, la cargaba a todas partes. Eso les causó muchas peleas, especialmente cuando la sorprendió en la cocina a medianoche, comiéndose un helado.
No fue por el helado, sino porque mamá bajó sin él y, según papá, cualquier cosa podría haberle pasado. Me sorprende que ella no lo haya apuntado con su arma por ser tan sobreprotector. Mamá siempre fue independiente y odiaba que la trataran como una niña. Al final, papá se echó para atrás, pero no mucho. Tendría que lidiar con Ryder si empezaba a hacer lo mismo.
“¿Están listas?”
Hablando de Ryder, apareció a un lado. Le sonreí y asentí, luego tomé la mano d