—¡Ya dilo, no te hagas el misterioso!
Andrés le dio un puntapié, apurándolo para que hablara.
—Regina —se apresuró a decir Héctor—. ¡De niña incluso llegó a ir a nuestra casa!
—¿Regina?
La expresión de Sebastián se tornó muy extraña.
Andrés también se quedó pensativo.
—¡Pero si es la mejor amiga de Andi!
Hacía poco, Andrea lo había llamado para pedirle que acompañara a Regina a un cumpleaños, que fuera su novio por una noche.
Sebastián sacó el celular y buscó la foto.
—¿Es ella?
Héctor asintió con rapidez.
—Sebastián, ¿de dónde sacaste una foto de Regi?
Sebastián pareció recordar algo. Dirigió una mirada cargada de intención hacia un lado y rio con ironía.
—Conque por eso «alguien» se fue de repente con esa cara larga… ¡Resulta que estaba celoso!
Andrés también estaba bastante sorprendido, aunque, pensándolo bien, quizá no tanto.
—La muchacha que estaba contigo anoche, ¿era Regina?
Los tres hombres sentados a la mesa clavaron la mirada en Gabriel, esperando su respuesta.
Sin inmutarse,