Andrés, furioso al ver la escena, se le fue encima a Regina.
—Ya bájale, ¿no? ¿Qué te hizo ella? Vienes diciendo que se le anda insinuando a Gabriel, ¿tienes pruebas o solo es un chisme tuyo? Ningún hombre va a aguantar a una mujer tan prepotente y agresiva como tú.
Luego, le dijo a él, que estaba a su lado:
—Mira su numerito de celosa. ¿Tú crees que en serio se quiere divorciar de ti?
Él arrugó la frente y la observó en un silencio denso.
—¿Creíste que no te oí? ¡Parecías un alcahuete! Sabías que está casado, que tiene esposa, y aun así lo estabas animando a que se divorciara para volver con Mónica. ¿O no? Lo que dijiste es la única prueba que necesito.
Andrés se quedó de una pieza; era obvio que no esperaba que ella hubiera escuchado tanto.
Se volteó hacia Gabriel.
—¿Ya ves? ¿En serio crees que alguien así va a dejarte ir?
A Gabriel no le gustaba nada escuchar la palabra divorcio.
—¡Si dejas que filmen el guion de Mónica, te juro que me divorcio de ti!
Lo dijo muy en serio.
Andrés ap