El silencio regresó al carro.Cuando se detuvo en el segundo semáforo, Regina rompió el silencio.
—Da vuelta aquí, por favor. Me mudé a Residencial Las Olas. Si te desvía mucho, no te preocupes, déjame pasando el cruce y pido un taxi.
—¿No estabas viviendo con los Valderrama?
—Ya me mudé.
Gabriel volteó a verla un instante, pero no hizo más preguntas. En cuanto cambió el semáforo, giró hacia la otra avenida.
Unos diez minutos más tarde, el carro se detuvo frente a la entrada del residencial.
Regina le dio las gracias, se desabrochó el cinturón y bajó del carro.
Gabriel la observó entrar al residencial antes de arrancar y alejarse.
...
En la disco 1997.
En un salón privado, Ricardo apuraba una copa tras otra. Dos botellas vacías ya descansaban frente a él sobre la mesa.
—Ya, Ricardo, ¿vas a ponerte así por una mujer? El mundo está lleno de ellas. Si Regina no te valora, buscas otra y ya, ¿cuál es el problema? —lo animaba uno de sus amigos.
—Claro, mujeres guapas sobran. Si te gustan como